Aprendizaje escolar puede continuar en vacaciones de manera divertida
Llegaron las vacaciones, cambian las rutinas y ya no hay que ir a clases. Es por ello que los hábitos de estudio se pueden “olvidar un poco” y más cuando el período de descanso es muy largo.
Claro está que las vacaciones son un espacio recreativo necesario en la vida de la familia y más en los niños, quienes por lo general hacen miles de actividades educativas durante el año académico. Por esta razón no es aconsejable pasar ese tiempo estudiando, pero tampoco lo es olvidarse por completo de cómo estudiar, mucho menos de lo aprendido y de los hábitos adquiridos durante el período escolar.
Lo ideal es repasar algunas materias, como matemática, idioma o lengua, de manera divertida y amena, así como leer un cuento o cualquier otra nota, pues con un poco de imaginación estas actividades pueden ligarse con las recreativas.
Cómo fomentar el aprendizaje en vacaciones
Aunque salir de vacaciones implica tiempo libre para divertirse, los padres tienen la oportunidad de estimular el aprendizaje con cualquier actividad, esto es algo que jamás debe detenerse.
Se pueden aprovechar los ambientes naturales para enseñar a los niños sobre flora y fauna; fomentar la lectura de manera lúdica con temas que sean de su agrado o simplemente asignarles responsabilidades o actividades que tenga que ver con cultura general, como por ejemplo ir a comprar y manejar dinero. Con eso enseñan matemáticas, ciencias naturales y castellano, entre otras áreas.
Concluir las vacaciones y restablecer los horarios
Es importante que el regreso de las vacaciones comience dos semanas antes de que empiecen las clases, esto se logra al retomar lentamente las actividades del hogar.
En cuanto a los horarios, para que no sientan imposiciones violentas, es recomendable comenzar a establecer nuevamente el hábito de dormir y despertar a la hora acostumbrada cuando hay clases. Eso debe hacerse unos días antes, previo acuerdo con los hijos, con la advertencia que inicia un nuevo ciclo.
Ese proceso debe estar cargado de emoción y expectativas en cuanto al inicio de un nuevo año y el reencuentro con los compañeros de clases.
De hecho puede involucrar a sus hijos dentro del proceso de compra de útiles y uniformes de una manera divertida y que cree una conexión positiva con la vuelta a clases.
El retorno a clases
El retorno a clases debe ser siempre algo más ansiado que rechazado. “La idea es que tanto los niños como los adolescentes sientan que volver a clases es el comienzo de una buena experiencia de aprendizaje y compartir con personas de su misma edad, no la vuelta a algo aburrido”, sostiene el psicólogo clínico, Pilar Bustamante.
También resalta que la rutina escolar no debe ser algo impositivo, obligatorio y forzado, que se pierde en vacaciones y se retoma al volver a clases. “Hay maneras de no hacer traumático el hecho de cambiar televisión, paseos y juegos sin restricción por las paradas temprano y el horario de tareas”, la secunda la docente María Lucía Fernández.
Lo idóneo es mantener el hábito de manera lúdica y entusiasta durante la pausa escolar, incluso hay planes vacaciones y actividades en museos, bibliotecas, teatros y otros lugares que no dejan de ser educativos y divertidos.