Claves para guiar los noviazgos de adolescentes
El primer amor o las relaciones de pareja durante la adolescencia, incluso algunas empiezan desde niños, suelen ser un dolor de cabeza para los padres y más si no se mantiene una buena comunicación.
El primer consejo para enfrentar esta situación es entender la época que se vive y dialogar con los hijos en base a ella.
Comprenda que las relaciones amorosas que se establece durante la niñez y adolescencia no son nada nuevo. Lo que ha cambiado, y ahora debe conocer bien, son los patrones de comportamiento, entre los cuales cuentan la iniciación sexual temprana.
“En estos momentos es necesario prepararse para entender, comprender y manejar adecuadamente la sexualidad de los hijos”, destaca Aminta Parra, psicóloga clínica y sexóloga de la Unidad de Terapia y Educación Sexual.
Indica que los jóvenes ahora son más directos y abiertos. “Por eso, los padres deben formarse en relación a la sexualidad del adolescente, para abordar de manera adecuada la situación”.
La clave es cómo se dice
Los desencuentros entre padres e hijos no conducen a un buen camino. Parra aduce que mientras peleen, agredan, descalifiquen o estén en contra de la relación del joven, no resuelven el problema. Todo lo contrario, “lo impulsan a una actividad sexual a la cual no está preparado, ya sea por retaliación, inseguridad o problemas de autoestima’’.
Por ello, se insiste en mantener la comunicación con los hijos y abordar directamente el tema de tú a tú. “Decirle que usted lo entiende y que reconoce su romance. Pero que cuando se empiezan a mirar, tocar y besar, se van a excitar y no van a tener el control y pueden llegar a una actividad sexual. Ello puede llevar a un embarazo no planificado, generar traumas y estropearles su proyecto de vida’’.
Con el solo hecho de ser claro y directo, el joven siente que no lo critican ni lo cuestionan, mucho menos que lo están descalificando o agrediendo y eso le permite concientizar y pensar que todavía no están preparado para ello.
Recalcar las normas
Otra situación muy común que se observa entre los romances de adolescentes es la exposición pública. Es común verlo besarse y acariciarse como sí no existiera nadie a su alrededor en un parque o cualquier centro comercial, por citar algunos lugares. También ello requiere de una conversación, “no se hace nada con decirle no lo hagas, no te lo permito, eso es malo, porque de ser así se está estimulando y reforzando esa conducta’’.
Es necesario ver qué es lo que ese joven está buscando y por qué ese exceso de mostrar ese afecto hacia un público; qué está pasando dentro familia, ¿hay una adecuada relación, recibe expresiones de amor en casa? Es decir, cada caso es diferente y son los padres quienes deben propiciar una buena comunicación para dar paso a una adecuada orientación.
Tony de Sousa, psicólogo de niños y adolescentes, señala que la comunicación es importante y no se puede ser ni muy restrictivo ni excesivamente permisivo. El punto medio es clave para resolver este tipo de situaciones.
En cuanto a los noviazgos, recomienda a los padres que brinden lugares para que se puedan visitar y de esta manera no sólo se conoce con quién está su hijo o hija, sino también disminuye la ansiedad por hacer las cosas más rápido.
El dialogar con un lenguaje menos represivo y aceptar los noviazgos no quiere decir que los padres tengan que modificar su patrón moral, sino que sean más abiertos para facilitar la comunicación.