Amamantar como una medida preventiva ante el cáncer de mamas
Yelitza Izalla Yánez
@yizalla
La lactancia materna es un regalo emocional y saludable que la madre da a su hijo. Desde el punto de vista afectivo se crea un vínculo que nadie puede romper o afectar, mientras que en materia de salud es el mejor alimento e inmunización que una mujer puede proveer a sus bebé.
Pero los beneficios no son sólo para el bebé, pues estudios han demostrado que las mujeres que amamantan también forman un escudo de protección en su cuerpo y por lo tanto dar pecho se convierte en una medida preventiva contra el cáncer de mama, así como hacia otras variantes de esta enfermedad.
Está comprobado científicamente que la leche materna contiene sustancias que protegen a los tejidos mamarios. Además, la mujer deja de ovular y se reduce el nivel de estrógenos, estos dos factores también contribuyen a prevenir el cáncer de mama.
Adicionalmente, al dar pecho se eliminan algunas secreciones acumuladas en la mama que podrían dar paso a tumores en el seno.
No es garantía, pero sí preventiva
La OMS recomienda que se dé leche natural durante los dos primeros años de vida del niño o más. Ante esto, numerosas investigaciones han demostrado que mientras más tiempo la mujer amamante menor es el riesgo de desarrollar cáncer de mama.
“Es muy importante recalcar que el efecto protector se da, si el período de lactancia es de por lo menos 12 meses”, cita el nutricionista Daniela Cordero en una investigación que dio a conocer a través de geosalud.com.
Aunque el amamantar no garantiza al 100% que la mujer padezca la enfermedad, pues hay ciertas variantes que influyen y aún están en período de investigación, definitivamente la lactancia está considerada como una medida preventiva.
Incluso, los representantes de la OMS resaltan que se han vistos casos de madres que dan lactancia materna a sus hijos con un solo pecho, “dándose el cáncer de mama en el que quedó en reposo”.
Sin embargo, la lactancia natural contribuye a la salud y el bienestar de la madre, ayuda a espaciar los embarazos; disminuye el riesgo de cáncer ovárico y mamario, incrementa los recursos de la familia y el país, es una forma segura de alimentación y resulta inocua para el medio ambiente, según cita la Organización Mundial de la Salud.
Otros beneficios
Amamantar también ayuda a la mujer a reducir la hemorragia posparto y garantiza que bajará de peso y evita la obesidad, porque diariamente puede quemar entre 200 y 500 calorías al dar pecho a su bebé.
También, se evita en las mujeres la anemia, diabetes tipo 2 y la osteoporosis.