Amamantar tiene sus beneficios
Amamantar a un bebé va más allá de la típica imagen, tierna, apacible y encantadora, de una mujer con un niño pegado a su pecho. Para lograrlo se requiere de disposición y de hacer todo lo que está a nuestro alcance, sin que venza el cansancio ni la facilidad que otorga el tetero.
Las organizaciones Mundial de la Salud y Panamericana de la Salud, así como la Unicef, han expresado su preocupación porque demorar o sustituir la leche materna en niños menores de seis meses de edad sigue siendo una práctica común, que aumenta los riesgos de salud.
Actualmente, menos del menos del 40% de los lactantes menores de seis meses reciben leche materna en el mundo y dejan de salvarse 800 mil, según las cifras de la OMS y OPS.
Amamantar trae beneficios a la madre y al bebé, tanto física como emocionalmente. Es un regalo de vida y estos son cuatro de sus beneficios:
Salud
La leche materna es la mejor vacuna que una madre puede dar a su hijo, ya que lo protege de enfermedades, alergias, afecciones a largo plazo y hasta de la muerte prematura.
Los bebés que son amamantados durante los primeros seis meses de vida tienen 14 veces más posibilidades de sobrevivir ante enfermedades, que quienes consumen leche de fórmula. De hecho, alimentar a los recién nacidos durante la primera hora de nacimiento disminuye 22% las muertes neonatales.
Para los niños prematuros o en condiciones de alto riesgo la lactancia es lo ideal, ya que el cuerpo produce la leche idónea para que el recién nacido se alimente y supere esa etapa. Además, les estimula la maduración gastrointestinal y disminuye el riesgo de infecciones.
Amamantar también ayuda a la mujer a reducir la hemorragia posparto, la anemia, diabetes tipo 2, osteoporosis y garantiza que bajará de peso ya que quema entre 200 y 500 calorías por día.
Adicionalmente, evita la obesidad y disminuye los riesgos de cáncer de mama, útero y ovario.
Emocional
Se crea un vínculo afectivo con la madre único e irrepetible, pues amamantar también es un proceso emocional.
Varios estudios han demostrado que los bebés que se alimentan con leche natural son emocionalmente más estables y seguros.
Durante el proceso los niños se sienten protegidos y amados. Para la madre también es un regalo de vida, ya que se afianza el vínculo con su hijo.
Alimentación
Durante los primeros seis meses la leche materna aporta todos los nutrientes necesarios para un crecimiento sano. Y desde el segundo semestre de vida y hasta los dos años da la mitad de los nutrientes que el niño requiere.
El cuerpo de la mujer siempre va a producir la mejor leche, aunque ella no consuma vitaminas ni tenga la alimentación más óptima.
Aporte de vida
Los niños que son amamantados durante un promedio de entre siete y nueve meses, tienen seis puntos más de coeficiente intelectual que los bebés que reciben leche materna por menos de un mes.
Además, ayuda al desarrollo motriz, sensorial y cognitivo. Está comprobado que el chico que fue amamantado tendrá mejores resultados en pruebas de comportamiento e inteligencia durante la edad adulta.