Causas y prevención de alergias en los niños
Las alergias suelen aparecer en cualquier niño, pero son más comunes en chicos cuyas familias tienen antecedentes, por lo que se hace muy difícil prevenirlas. Lo más recomendable es que los padres, que han sufrido de alergias o asma, acondicionen el ambiente y utilicen medidas que ayuden a retardar o minimizar su aparición desde muy temprana edad.
Aprender a diferenciarla
Las alergias pueden aparecer por la ingesta de alimentos, respiración o inhalación de agentes en el medio ambiente, o por contacto directo en la piel con elementos externos que el niño aún no tolera.
Signos de shock como la piel pálida y pérdida de la conciencia; problemas de respiración y recurrentes estornudos; reacciones en la piel, como salpullidos y eczemas, así como trastornos estomacales (náusea, vómito y diarrea) son las demostraciones más evidentes de que posiblemente se está frente a un caso alérgico.
Algunas de las reacciones alérgicas suelen desaparecer en la medida que el niño va creciendo, sobretodo las relacionadas con el consumo de alimentos.
Mientras el bebé se desarrolla, la mejor manera de evitar o retardar la aparición de algunas alergias, durante la edad temprana, es con la lactancia materna, lo que ayuda a mantener al niño alejado de los elementos que pudiesen causarle estas molestias.
Alimentación
Las causas más comunes de las alergias las encontramos en los alimentos. Es por ello que en los lactantes hay que retardar la exposición a productos alergénicos como huevos, maníes, soya o trigo, pescado y otros alimentos de mar, así como la leche completa, entre otros, e irlos incorporándolos con precaución a medida que el niño crece.
A partir de los seis meses, cuando el niño está preparado para comer alimentos sólidos, se le pueden ir incorporando papillas de arroz, compotas de verduras, frutas y hasta de carne.
Hay que prever que al añadir un alimento nuevo, se le tiene que suministrar solo y esperar entre dos y tres días para descartar que pueda aparecer algún tipo de reacción alérgica.
Luego de los 12 meses, se le puede comenzar a dar leche completa (previamente autorizado por el pediatra) y a dar de una a dos veces al mes frutas cítricas, leche de trigo y soya. Y a partir de los dos años, las nueces, los huevos, los productos de mar y la miel.
En un artículo publicado por el doctor Alberto Marante, director del Departamento de Servicios de Cuidado intensivo del Hospital Kendall Regional Medical Center de Miami, explicó como mantener alejados los alimentos que pueden crear reacciones alérgicas:
“Cuidadosamente lea las etiquetas cuando esté comprando alimentos en los supermercados. En la casa, tenga cuidado de cruzar el contacto con comidas que pueden causar alergias, por ejemplo: un cuchillo que fue usado con mantequilla de maní puede contaminar una mermelada. En los restaurantes, es importante preguntarle a los mesoneros acerca de las comidas, de los ingredientes y los envases que utilizan porque pueden contener algunos productos que afecten al niño. En las escuelas, lo mejor es enviar comida ‘segura’ para el salón e insistir en la norma de ‘no compartirlas’ con los compañeros de clases, así como también con maestros, enfermeras y entrenadores”.
En el ambiente
El polen de algunos árboles, los ácaros y el polvo son las causas de alergias más comunes para quienes son susceptibles a los elementos que no se ven -pero que están en el ambiente-.
La exposición a temprana edad a los ácaros que se encuentran en almohadas, colchones y alfombras puede acelerar la alergia.
Es por eso que es recomendable controlar la presencia de los ácaros tomando medidas sencillas, como usar cubiertas en almohadas y colchones y lavarlas con regularidad, quitar alfombras y muebles tapizados y peluches sobretodo en el cuarto del niño.
En caso de tener mascota, como perro o gato, limitar su contacto durante los primeros años de vida
Fuera de casa
Si luego de una picada de un zancudos o una hormiga el niño presenta alguna reacción como hinchazón mas grande de lo normal, puede que se trate de una reacción alérgica.
Las picadas pueden evitarse con medidas preventivas como el uso de repelentes -en el caso de los zancudos-. Para después de la picadura, es recomendable colocar alguna crema especial que contiene componentes que alivian el dolor y el picor.
Por último, es importante que si usted sospecha algún tipo de alergia en su hijo, lo más recomendable es que lo lleve al pediatra y sea éste el que considere si es necesario remitirlo o no a un especialista.