La escoliosis se desarrolla en la adolescencia
Puede sonar a sorpresa, pero 3% de los adolescentes en el mundo tienen escoliosis, según datos de Mayo Clinic. Los signos y síntomas de la curvatura lateral de la columna vertebral suelen aparecer durante el período de crecimiento (el llamado estirón).Por lo tanto, su inicio puede ocurrir a los 10 años de edad, pero aparecer con mayor ahínco durante la pubertad.
“La mayoría de los casos de escoliosis son leves, pero algunas deformidades de la columna vertebral continúan empeorando a medida que los niños crecen”, cita Mayo Clinic.
Sin embrago, cuando el caso es grave puede incapacitar al individuo, porque reduce el espacio dentro del pecho, “lo cual dificulta el funcionamiento correcto de los pulmones”.
Entre las complicaciones está un posible daño cardíaco y pulmonar. “En la escoliosis grave la caja torácica puede presionar los pulmones y el corazón, lo que dificulta la respiración y el bombeo del corazón”.
El aspecto físico también cambia notablemente, pues en la medida que la escoliosis empeora los cambios son más notorios. “Las caderas y los hombros se vuelven desiguales, las costillas prominentes y hay un desplazamiento de la cintura y el tronco hacia un lado”.
Las personas que padecen escoliosis suelen sentir vergüenza de su cuerpo, y en especial los adolescentes, por esta razón el tratamiento médico debe ser acompañado por un psicólogo.
Aunque la escoliosis tiene solución a través de un tratamiento o de cirugía, en la adultez los problemas en la espalda serán frecuentes, “quienes tuvieron la enfermedad en la infancia tienen mayor probabilidad de sufrir dolor crónico en la espalda que la población en general”.
Origen y tratamiento
Su carácter puede ser hereditario (debido a que este trastorno suele venir de familia). También la escoliosis es ocasionada por parálisis cerebral infantil y distrofia muscular; defectos de nacimiento que afectan la formación de los huesos o lesiones e infecciones de la columna vertebral.
Aunque tanto los niños como las niñas son propensos a padecer escoliosis en la misma proporción, es el sexo femenino el que corre mayor riesgo de que la curvatura empeore y requiera tratamiento.
Cuando se presentan estos casos el traumatólogo debe llevar a cabo un control minucioso y vigilar la evolución del caso a través de exámenes médicos, que en su mayoría son radiológicos.
“En algunos casos no es necesario un tratamiento. Algunos niños deben usar dispositivos de inmovilización para suspender la progresión de la curvatura. Mientras que otros pueden necesitar cirugía para evitar que empeore la escoliosis y para enderezar los casos graves”.
Con información de Mayo Clinic