Hijos de fin de semana, ¿cambios de conducta e inestabilidad?
“Este fin de semana le toca con su papá y el otro se queda conmigo’’; “su mamá le indica que me haga la vida imposible”; “cuando llega de estar con su padre o sus abuelos paternos viene malcriado, porque le dan todo lo que pide y hace lo que le da la gana’’; “me enteré que la familia de mi ex le dice a mi hijo que no lo he sabido educar ‘’.
Son frases que se escuchan decir frecuentemente entre las parejas que se han separado o divorciado y en la cual los niños deben compartirse los fines de semana, en ocasiones hasta con cuatro familias diferentes incluyendo los abuelos. Todo esto los lleva a convivir en hogares que mantienen distintas rutinas y costumbres.
Pueden encontrarse casos de familias compuestas, es decir de padres que se vuelven a casar y también tienen hijos de matrimonios anteriores y como en la película “Los tuyos, los míos y los nuestros’’. Ante ésta situación se recomienda planificar actividades en los cuales puedan participar todos, para no establecer diferencias entre los hijos biológicos y los hermanastros.
Más común de lo que parece
El divorcio puede ocasionar cambios conductuales, emocionales o físicos. Por ello, el pediatra y psicólogo Juan Nascimento
Thomas, aduce que es necesario buscar orientación para manejar los casos de disciplina y también los afectos, de manera que los niños no estén en medio de un campo de batalla y guerra de manipulaciones cuando se produce la separación de sus padres.
El especialista recomienda, además, que los maestros conozcan sobre la situación de divorción, a fin de que puedan apoyar emocionalmente al niño o adolescente.
El clima familiar es importante y es necesario llevarlo en términos amistosos y de resolución de conflictos, “debido a que 75 por ciento de las personas que se divorcian se vuelven a casar y de estas 66 por ciento de las parejas de segunda unión tienen hijos de su primer matrimonio”.
En Venezuela, estas situaciones son muy comunes. Según el último censo del Instituto Nacional de Estadística, se registran un promedio de 25 mil divorcios al año, lo que significa que los padres deben
compartir las responsabilidades.
Evitar el choque
Para evitar los conflictos, el estrés y que la afectación emocional sea mayor en los hijos es necesario:
- Respetar los regímenes de visita y custodia
- Evitar dejar a los niños embarcados el fin de semana que le corresponde quedarse con ellos
- No involucrarlos en los problemas de los adultos ni hablar mal uno del otro. Tampoco desacreditar, contradecir o reprochar a su expareja durante los días que permanezcan junto a sus hijos
Asimismo los niños deben sentirse como “en su casa’’ y para ello se recomienda que tengan en ambos hogares sus juegos, ropa, libros, cepillos de dientes y demás objetos personales.
También deben mantenerse las rutinas como la del sueño, estudio y las comidas, en ambas casas para que el niño o adolescente no se confunda con una doble instrucción.
A pesar de los problemas de pareja, el rol de padres es diferente y cuando existe la custodia compartida o simplemente los hijos pasean o pasan el fin de semana con uno de los padres deben llegar a unos acuerdos de crianza y rutinas. Esto es vital para mantener la salud emocional de los hijos, que será el factor común una vez que el amor de pareja se acabe.
Recuerde que buscar ayuda psicológica siempre será una opción saludable para ambos padres e hijos. Los acuerdos, el respeto, la comunicación y la sana convivencia siempre será el mejor regalo que puedan dar a hijos de padres divorciados.