Cómo dar instrucciones claras a sus hijos
Los padres suelen muchas veces hablar a sus hijos con ciertas ironías o dichos populares, sin tomar en cuenta que los niños toman las ordenes literalmente de sus cuidadores o maestros.
En muchas ocasiones los chicos no entienden ironías como: “¡este cuarto está arreglado, se nota que pasaste la tarde recogiendo juguetes!”, por citar un ejemplo.
Es por ello, que papá, mamá o cualquier otro cuidador del niño deben ser claros en el mandato, a fin de que los chicos puedan comprender lo que se les está diciendo.
Recuerden que la comunicación clara y no perder la paciencia es vital en el proceso educativo.
Aquí algunas claves para dar instrucciones claras:
La edad
Debes comprender su etapa y cuáles son sus límites. Un niño pequeño no puede hacer labores que los cansen o lo carguen mucho. Si algunas tareas son difíciles para un adulto imagine como lo será para un chiquillo. La idea es buscar que coopere, con una pequeña tarea todo irá bien.
El lenguaje
Cada orden que se dé debe ser clara y corta, con un tono de voz adecuado y con amabilidad, recuerde que usted es el mejor ejemplo de sus hijos.
Puede pedirle: “Por favor, cuando termines de comer lleva el plato a la cocina” o “cuando te quites la ropa colócala en la canasta de tu ropa sucia”. Siempre es importante el gracias y por favor.
Limite lo que dice, limpiar el cuarto (algo que puede resultar muy genérico para un adulto) puede resultar algo muy ambiguo para un niño que no sabe organizarse para acabar con ese “desastre”. Es mejor ir al grano e indicar lo que se quiere: “Recoge todos los juguetes del piso” o “guarda los juguetes en el baúl”.
Reduzca el no
Reduzca al máximo el “no” en sus instrucciones, de tanto escucharlo los niños suelen restarle importancia. Use la negación en casos determinantes y mientras aplique otro lenguaje en el cual advierta o prohíba sin nombrar el “no”.
Avise con tiempo
Procure decirle con antelación la instrucción para que se prepare. No use las horas de juegos, y más si ya cumplió las de estudio, para indicarle que debe hacer un quehacer.
Tampoco le pida que haga una labor si el niño tiene hambre, sueño o está muy cansado.
Colaborar es bueno
Castigar porque no hace cierta o determinada tarea no crea un buen clima de colaboración.
Es mejor aprender que cada tarea se hace porque él o ella quieren vivir en un mejor ambiente, limpio y ordenado. En el caso del estudio en la casa, porque el refuerzo es importante para saber más y aprender.
Cada acción en la vida es buena si se desea hacerla, ese debe ser el mensaje.
Los elogios cada vez que se sume a colaborar en familia son muy importantes en este proceso, pero no confunda premio con elogio porque si no supeditará las labores que son su deber a un “premio obligado”.