El embarazo no incapacita a la mujer y debe vivirse a plenitud
Loly Pérez Abad
Pedriata-poricultora
Bañarse en la playa, no salir de noche o dejar de hacer ejercicios son algunas de las falsas creencias a las que someten a las mujeres en estado de gestación. Sin embargo, sólo la mirada del especialista puede prevenir o desmontar una falsa creencia sobre el embarazo.
El estar preparados para la procreación de un nuevo ser evitará hacernos caer en un sinfín de contradicciones a las que normalmente son sometidas las embarazadas, producto de numerosos mitos existentes en torno al embarazo, que han pasado a ser parte de nuestra cultura.
Desde el momento en que se inicia un embarazo el entorno social envuelve a la madre con información que, con frecuencia, limita la posibilidad de que la mujer pueda vivir a plenitud su nueva condición.
Esa etapa, lejos de ser incapacitante, debe constituirse en el período más hermoso en la vida de toda mujer y debe ser compartido con la pareja, sin ninguna limitante.
Con frecuencia observamos como se asocia el embarazo a restricciones sin sentido. Relacionándolo además a negaciones absolutas tales como: “No debes salir de noche, tener relaciones sexuales, pintarte el cabello, continuar trabajando, asistir al gimnasio ni bañarte en la playa”.
El “no debes esto” nos conducirá a internalizarlo como un proceso negativo, lo que bloquerá la capacidad de participar adecuadamente en el desarrollo y crecimiento de nuestro hijo.
Si bien es cierto que el embarazo constituye una condición particular, que requiere de cuidados específicos, estos deben ser conducidos por profesionales idóneos, los cuáles contestarán nuestras interrogantes y serán guías calificadas del proceso.
Al fomentar actitudes en positivo lograremos visualizar al embarazo como una condición particularmente especial, pero inmensamente intensa y hermosa.