Si los padres concilian disminuye la afectación del divorcio en los hijos
La adaptación familiar al nuevo escenario del divorcio conlleva a un proceso en la cual uno de los padres ya no está en casa, hay cambios económicos, de rutinas y en muchos casos hasta de hogar.
Esta etapa puede llevarse de tal manera que el sufrimiento, duelo y sentimiento de pérdida disminuya en los hijos, así lo aseguran las pediatras Kristin Zolten y Nicholas Long, en un estudio publicado en el Centro Para el Padre Efectivo (Center for Efective Parenting).
“Afortunadamente, los padres pueden en muchas casos controlar los factores que afectan a sus hijos y ayudarlos a adaptarse a la vida después de la separación familiar”, destacan.
Las parejas que se divorcian y tienen hijos en común creen que es solo la separación lo que afecta a los niños o adolescentes. Si bien el cambio familiar ya es drástico, el verdadero daño se da cuando los padres no llevan sanamente la nueva situación.
Por ello preparamos algunos consejos, que los ayudarán a atenuar el dolor que deja la separación familiar.
Minimizar los cambios
Se recomienda no someter a los niños a muchos cambios y menos si son radicales. Es vital tratar de que continúen con su rutina y si es posible que no cambien de casa ni de escuela. La estabilidad juega un papel muy importante en estos procesos.
7) Elimine los comentarios negativos sobre su expareja
No hable negativamente de su expareja en presencia de los niños. Recuerde que esa persona jamás dejará de ser la mamá o el papá de su hijo. Es sano que los chicos tengan relaciones cariñosas, estrechas y sin rencores con sus padres, especialmente con quien no vive.
Mantener las normas
La disciplina firme es muy importante. Se recomienda mantener el mismo método educativo y no contradecirse ni quitarse autoridad, mucho menos cuando se trata de seguir las reglas establecidas.
Los límites también son importantes, en especial para quien ya no vive en casa. En muchas ocasiones la culpa del “no estar” lleva a uno de los padres a ser permisivo y excesivamente consentidor.
Los niños no son mensajeros
Si la pareja ya no se habla o no desea hacerlo debe buscar una solución sin involucrar a sus hijos.
Los niños no pueden ser mensajeros ni traductores, mucho menos si el recado tiene que ver con pagos o responsabilidades incumplidas. Esto ocasiona mucha angustia y ansiedad en los chicos.
No deben presenciar peleas
Las peleas, discusiones y constantes frases irónicas entre las parejas afectan a los niños y adolescentes.
No pelee ni discuta en frente de sus hijos. Este es el factor que está relacionado con las afectaciones emocionales y con la manera en que los chiquillos se adaptan a la nueva realidad.
Los chicos no deben intervenir en las peleas
Los niños no deben ser usados como un tipo de ayuda en las peleas de su papá y mamá. Eso es incorrecto, pues cuando se les obliga a tomar parte en una discusión de adultos, empeora la relación entre padres e hijos; especialmente con el que no fue apoyado. Se crean resentimientos y culpas en el núcleo familiar.
Sus hijos no son espías
No use a sus niños como espías para averiguar sobre su expareja o, peor aún, de su nueva conquista.
Los padres no deben preguntar a sus hijos detalles de la vida del otro, ya que los colocan en situaciones difíciles en las cuales llegan a sentir culpa y hasta que traicionan a un ser que aman.
Oculte las preocupaciones y temores
No es justo abrumar a los niños o adolescentes con los temores y las preocupaciones de los adultos.
Buscar apoyo en los hijos para enfrentar los problemas tiene un efecto negativo en ellos. Se someten a estrés y a situaciones que no tienen la madurez de solventar.
Recuerde que su chiquillo está pasando por un momento difícil y que es suficiente con sufrir la separación de sus padres.
Busque ayuda profesional
Si en algún momento siente que no puede manejar la situación, pues también como persona usted está pasando por un duelo, busque ayuda profesional con psicólogos, médicos de familia y hasta orientadores en los colegios de sus hijos.
Organizar los encuentros con el padre que no vive en casa
En el proceso de separación es vital que las normas de visitas sean cumplidas y no causar inseguridades en cuanto a los encuentros con el padre que ya no vive con el niño.
Cancelar las reuniones, no estar en contacto permanente y las visitas esporádicas tienen un efecto negativo en los chicos.
Fuente: parenting-ed.org / Centro Para el Padre Efectivo (Center for Efective Parenting)
Foto: pixabay.com