Cómo lograr que nuestro hijo deje el pañal sin traumas

La edad para dejar el pañal no existe, así como lo lee. “El proceso de dejar el pañal, o mejor dicho, de controlar el esfinter, es un proceso natural de la vida de cualquier ser humano y no debe ser forzado”, indica el estilo de crianza de María Montessori.

El pañal acompaña al niño desde que nace hasta los 24 meses, ese es el promedio y puede extenderse hasta los 3 años de edad porque así lo exigen los centros educativos, donde terminan poniendo límites o acelerando el proceso.

Sin embargo, la edad en que los niños suelen lograr controlar esfínteres varía y tiene sus matices, pues existe el que lo deja con facilidad, quien lo usa sólo en la noche o el niño que lo pide para hacer “popó”.

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La realidad es que cada bebé tiene su ritmo, por eso es que luego de hablar y caminar es cuando inicia ese nuevo proceso de dejar el pañal. “La infancia es una continua conquista para ir adquiriendo poco a poco más grados de independencia”.

Psicólogos y pediatras piden a los padres ser cuidadosos y jamás forzar a un bebé a cumplir con un proceso para el cual no tiene madurez, sin importar que otros de su edad sí vayan al baño.

“Teniendo esto claro, podemos decir que dejar el pañal debería ser un proceso respetuoso y natural, para ser más concretos, no podemos obligar a ningún niño a que deje el pañal. El control de esfínteres es un proceso madurativo, que no puede ser acelerado”, advierte la crianza de Montessori.

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¿Qué podemos hacer?

Lo primero es reconocer que el control de esfínteres va ligado a un proceso madurativo del cerebro del niño y esto no significa que cuanto más maduro más listo está para dejar el pañal.

“Hablamos de que el cerebro establece conexiones entre el cerebro el sistema nervioso y los músculos que controlan el esfinter. Hasta que eso no se da el niño no tiene conciencia de su cuerpo, no controla por tanto, de forma voluntaria su esfínter”.

Para ayudar a los niños a dejar el pañal, desde una visión respetuosa, al estilo educativo de María Montessori debemos:

1. Preparar el ambiente: La idea es que se sienta cómodo y por ello podemos colocar en el baño orinal o asiento adaptado al WC. Un buen ejemplo es el asiento entrenador de la empresa Chicco.

Igualmente, podemos decorar el baño y adaptarlo a sus necesidades (incluso a su tamaño usando bancos), espejos en los que se puedan ver y lavamanos a los que puedan acceder, entre otros elementos que indiquen al niño que está en un sitio seguro y cómodo.

2. La ropa: En este proceso es importante adaptarse a las necesidades del niño y una de ellas es colocarle una ropa fácil de quitar, a fin de que durante ese proceso de control pueda ser fácil el sentarse rápidamente en el WC o bacinilla.

3. El ejemplo: Podemos pedir a nuestro hijo que nos acompañe al baño, tal vez sentarse y leer un cuento o un libro en váter. La observación forma parte importante de este proceso.

También debemos acompañarlos cuando toque su momento. Apoyarlos siempre y jamás regañarlos si se les pasó avisar o no llegaron a tiempo.

Siéntate con él en el baño, háblale y hazle sentir acompañado. Eso lo va a liberar del estrés y miedo que produce dar ese gran paso.

Esta etapa requiere de paciencia, amor y comprensión.

Frases que no ayudan

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• Jamás premiar
  “Cuando termines de hacer pipí te daré una cosita (premio)”
• Sin etiquetas
  “Eres un cochino, se hace pipi en el váter”
• No obligar
  “Eres grande tienes que hacer pipí en el váter, los pañales los llevan los bebés”
• Sin comparaciones
  “Ves fulanito hace pipí en el váter, tú también deberías”
• Sin castigos
  “Si te vuelves hacer pipí encima nos vamos del parque”
• Sin emitir opiniones públicas ni descalificar
  “Mi hijo todavía lleva pañal, no hay manera de quitárselo, le cambio más de 5 veces al día ¡estoy harto/a!”

Frases que sí ayudan

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• Enseñar
  “Esto es un water, como el de mamá y papá”
• Involucrar
  “Voy al baño, ¿te apetece acompañarme?”
  “¿Te apetece que leamos un cuento en el váter?
• Autoestima
  Fomentar su autoestima. Decir lo orgulloso que estamos de cada avance

Con información de aprendiendoconmontessori.com