El corazón es algo más que un órgano
Lidia Nester
Especialista en Medicina Complementaria y Alternativa
Coach, Maestra y Terapeuta Holístico
A todos nos enseñaron que el corazón es un órgano musculoso que bombea sangre. Lo cual es cierto. Pero para nuestros ancestros era mucho más. Para las culturas primigenias, el corazón era el centro que les permitía percibir y descifrar inteligentemente su Universo, y en él basaban la toma de sus decisiones, más que en sus mentes.
Hoy en día, cada vez más estudios confirman que en efecto, el corazón es un órgano perceptivo que interconecta campos energéticos entre diferentes organismos y la tierra, interviniendo en todo aquello que tiene que ver con la formación de la consciencia humana.
Una nueva área ha surgido dentro de la medicina para estudiar la relación existente entre corazón y cerebro, se trata de la Neurocardiología.
Investigaciones efectuadas han demostrado que el corazón es un complejo centro de procesamiento de información que puede por sí mismo aprender, recordar y actuar independientemente del cerebro.
Tiene su propio sistema de neuronas, cada una de las cuales maneja una intrincada red de memorias de corto y largo plazo, las cuales envían al cerebro señales que afectan y determinan nuestras experiencias de vida.
El corazón se conecta con el cerebro mediante una extensa red de comunicación neural, enviando señales a sus áreas claves: la amígdala, el tálamo y el hipotálamo, los cuales regulan nuestras percepciones y emociones.
De hecho, el corazón envía al cerebro muchas más señales que las que el cerebro envía al corazón. Tenemos un segundo “cerebro” en nuestro pecho.
El corazón es el que maneja la inteligencia intuitiva, la cual si uno aprende a utilizar te mostrará aquello que tus sentidos no pueden.
Experimentos efectuados establecen la existencia de enlaces psicosomáticos entre ciertos sistemas neuronales y el corazón, concluyendo que este tipo de conocimiento contribuye a la experiencia total que llamamos “conciencia.”
De hecho, el corazón recibe y responde a los estímulos antes que el cerebro los procese. Ésto ocurre en fracciones de segundo y es lo que se conoce como “premonición del cuerpo.”
A pesar de que el cerebro y el cuerpo en su conjunto están involucrados en el procesamiento de los estímulos, parece que el corazón llega primero. El corazón puede sentir el futuro, antes que éste ocurra.
El corazón puede detectar la presencia de ciertos individuos, aún sin tener ojos. Emite el campo electromagnético más potente y extenso con el que contamos, el cual además cambia de acuerdo con las emociones, impregnado cada célula del organismo.
Dicha energía puede medirse y se extiende hasta metro y medio más allá del cuerpo. En comparación con el campo electromagnético producido por el cerebro, el componente eléctrico del campo del corazón es aproximadamente 60 veces mayor en amplitud, pudiendo además afectar o sincronizarse con las ondas cerebrales de otra persona.
El corazón puede sentir la energía de otra persona y comunicarse de manera muy profunda con ésta, sin palabras ni gestos. Tales interacciones energéticas contribuyen a la atracción o repulsión entre los individuos, afectando los intercambios y las relaciones sociales.
Poco a poco, la ciencia occidental va confirmando lo que nuestros ancestros sabían hace miles de años: conéctate con tu corazón, más que con tu cerebro. Aumentarás tu intuición y elevarás tu conciencia.
El corazón tiene su propia inteligencia, la cual según los grandes maestros, es la que vale. El ser racional se queda corto frente al ser emocional.
Bendigo tu intuición, luz y Amor para ti
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