Conocer valores de alimentos empacados ayuda a combatir la obesidad
Las etiquetas de los alimentos traen información valiosa, que por lo general la gente no lee. Sin embargo, su correcta lectura permite al consumidor conocer la cantidad de sal, grasas o azúcar, así como algunos componentes químicos, que poseen los productos.
Aunque lo tilden de insignificante, al aprender a leer las etiquetas de los alimentos que consumimos evitamos problemas de salud y uno de ellos es la obesidad.
Las personas se centran en chequear sólo fecha de expedición, la cantidad de litros, gramos o kilos, pero no van más allá de la información que trae la etiqueta del envase.
“Debemos educar y advertir. Si ponemos cosas en las etiquetas que nadie sabe leer ni interpretar no sirve de nada”, indica el especialista del Departamento de Patología y Medicina Molecular de la Facultad de Ciencias de la Salud de la McMaster University de Ontario (Canadá), John L. Sievenpiper.
Incluso, opina que la educación debe iniciar en las escuelas a fin de los niños y adolescentes crezcan con la consciencia de que una alimentación sana es sinónimo de buena salud y que al conocer lo que comemos evitamos enfermedades.
Obesidad en puerta
Desde niños se debe educar sobre el consumo de alimentos Foto de Gustavo Fring para Pexels
Los productos ligeros han tomado buena parte del mercado, con la creencia que la obesidad y el sobrepeso se centra sólo en el consumo de grasa, “por ese enfoque la industria respondió haciendo toneladas de productos libres de grasa, cuando la evidencia científica es muy débil”.
De hecho advierte que la tendencia ha sido productos libres de grasas, lo cual ha sido reemplazado por más azúcar.
“Es un problema de calorías, no sólo de azúcar. Esos pueden representar importantes fuentes de exceso de calorías, ahí es donde tienen impacto en el sobrepeso y la obesidad”, indica Sievenpiper.
Foto Pixabay
Recuerda que todos los alimentos y bebidas en exceso terminan siendo perjudicial para la salud y más cuando hay un sobreconsumo de calorías.
“Debemos tener patrones de vida y alimentación saludables, en los cuales exista moderación y más actividad física”, señala el especialista.
