Los sustos nocturnos suelen confundirse con las pesadillas
¿Su hijo llora en la madrugada y grita sin razón? ¿No reacciona a sus llamados y sigue sollozando sin despertarse? Si esta escena la ha vivido está frente a un caso de Night Terrors o sustos nocturnos, los cuales suelen confundirse con las pesadillas.
“Un susto nocturno es un disturbio del sueño que puede ser muy desconcertante para los padres, cuando los niños lo pasan usualmente lloran o gritan y se ven perturbados”, según describe un estudio realizado por el Departamento de Pediatría, Universidad de Arkansas para Ciencias Médicas.
Estos eventos tienden a desconcertar a los padres, pues el estudio refiere que los niños miran aterrorizados con semblante de pavor, por lo general agitan las manos y no entran en razón, entre otros factores porque están sumergidos en un sueño profundo.
¿Cómo reconocerlos?
Los sustos nocturnos y las pesadillas no son iguales, la diferencia entre uno y otro es que el Night Terrors es más raro y ocurre durante períodos de sueños profundos y, por lo general, durante las primeras cuatro horas de sueño.
Los sustos nocturnos suelen ocurrir con mucha frecuencia entre los cuatro y cinco años de edad y acabarse cuando el niño cumple los ocho años. No son considerados peligrosos, ni se relacionan con estrés infantil.
Las pediatras y autoras del estudio de la Universidad de Arkansas, Kristen Zolten y Nicholas Long dan cuatro consejos clave a los padres para enfrentar los sustos nocturnos:
1) Prenda una luz y mantenga la calma
Esto ayudará a los padres a calmarse y será reconfortante si
su hijo logra despertarse y salir del evento. También es importante que mantengan la calma, pues de lo contrario pueden atemorizar más al niño.
La mayoría de los chicos viven ese episodio dormido y no recuerdan nada en la mañana, así que no lo refuerce al día siguiente ni le hable de ello.
2) Auxilie y cuídelo
El niño debe ser consolado lo antes posible. Calme con abrazos y dé masajes en la espalda. Como está en un sueño profundo puede ser que el niño no se dé cuenta quien lo auxilia y que no logren el cometido de inmediato, pero sí puede evitar que se lastime.
3) Quédese cerca y no lo despierte
Es importante que los padres se queden con el niño hasta que se vuelva a dormir. Algunos pequeños se vuelven a levantar y caminan durante el estado de susto. Si eso sucede es importante que un adulto lo vigile para que no se lastime. También es importante que no lo despierte, pues puede prolongar el susto.
4) Asegure el descanso
Los sustos nocturnos suelen ocurrir cuando los pequeños están muy cansados, por eso debe asegurar que duerma las horas que le corresponde.
Fuente: Estudio sobre Night Terror del Center for Effective Parenting, Universidad de Arkansas.