Es vital para la salud interrumpir el hábito de chupar dedo
Chupar dedo, la mayoría de las veces el pulgar, puede ser más común de lo que uno se imagina, incluso en adultos, aunque parezca mentira. Sin embargo, muchos padres tienen que convivir con este hábito de sus hijos.
En realidad, las razones por la que los pequeños recurren a la succión de los dedos desde temprana edad, son variadas; pero cada día está más clara la necesidad de evitar que ésta rutina los acompañe por largos años, precisamente para que no lo hagan de jóvenes o adultos.
¿Cuándo actuar?
Es importante atacar el mal hábito a tiempo. Los expertos coinciden en que en la medida que se mantenga mayor será el daño a las estructuras orales, caracterizada principalmente por una mordida abierta.
Introducir un dedo, o varios, en la cavidad oral, es el más frecuente de los hábitos orales patológicos que pueden presentar los niños.
La odontóloga venezolana Arabel Álvarez, del Centro OdontoMadrid, advierte que chupar dedo puede provocar deformaciones en la mordida, encías, dientes y paladar, además de influir en la salud bucal.
“El dedo en la boca produce una presión al paladar afectando la dentadura notablemente, ocasionando básicamente la alteración de la mordida, también ante la presión que ejerce la mano y el brazo”, explicó la especialista en salud bucal.
Álvarez señaló que aunque muchos niños dejan el hábito antes de empezar la escuela; si el mismo persiste después de los cuatro años hay que prestarle mayor atención para evitar alto riesgo, que puede a su vez conducir a deformaciones de los dedos, dificultad en la articulación de las palabras y problemas emocionales.
A su juicio, la mejor edad para tratarlos es entre los 5 y 7 años de edad, porque pueden entender y cooperar con el tratamiento que, en el caso de mordidas abiertas suele ser la colocación de rejillas metálicas fijas para interrumpir el hábito.
En el período de lactancia, recomienda a los padres el uso del chupón para prevenir la succión de dedos, específicamente en los casos donde este hábito inicia a temprana edad, incluso desde el vientre de la madre.
Datos para frenarlo
Corregirlo puede resultar una tarea difícil pero no imposible. La odontóloga Arabel Álvarez sugiere algunas técnicas que pueden ayudar a los padres a tratar la succión de dedos, destacando que lo principal es tener paciencia y trabajar en equipo.
1. No regañar al niño porque esto puede ocasionar que sea más difícil dejar el hábito.
2. Aplaudir su comportamiento cuando no está haciendo esta práctica, resaltando lo positivo y compensando su esfuerzo.
3. Cubrir sus dedos con un vendaje sencillo o guante puede ser una buena opción para recordar que no es saludable chuparse el dedo.
4. En caso de que ninguno de los trucos funcione, se recomienda acudir al especialista, odontopediatra u ortodoncista para que decida el tratamiento a aplicar según sea el daño detectado.