Educar sin golpes es todo un reto
Educar sin golpes es todo un reto para la mayoría de los padres, porque representa mantener el equilibrio de sus emociones y eso no es una tarea fácil.
La frustración y sufrimientos de los adultos en todas las etapas de sus vidas muchas veces son transmitidas a los hijos en forma de regaños, gritos y golpes.
Esto sucede a pesar de que la verdadera autoridad de un padre se debe fundamentar en la admiración y respeto de los hijos hacia él. Traigamos a consciencia que los golpes, gritos y regaños alejan a la familia y generan reacciones adversas.
Con amenazas, gritos y golpes no puede aprender un humano, pues lo que genera es la pérdida de admiración y respeto. Sumado a esto la germinación del resentimiento que aflora en la adolescencia y adultez.
Una nalgada o un abrazo
Los niños que crecen en ambientes hostiles se forman inseguros, temerosos y con sentimientos de depresión. Se aíslan en la adolescencia o en la adultez, pero en otros casos escogen caminos que no son los mejores.
El antiguo dicho de las abuelas ” una nalgada a tiempo es mejor para que corrija habría que sustituirlo por “con un abrazo, buena comunicación y atención a tiempo se corrige mejor”.
Los primeros años de un ser humano son la clave del desarrollo de la personalidad del individuo. Los niños están para ser modelados con cariño y amor, de manera que eso sea lo que transmitan en su etapa de adultez y se transfiera de generación en generación.
Para que logres formar un ser humano seguro de si mismo, alegre con la vida y de buenos sentimientos hacia los demás proponemos nueve consejos:
1.- Dar el máximo afecto, comprensión y valorización en todo momento
2.- Ofrecer atención e importancia, así sea en situaciones que parezcan sencillas
3.- Modelar las conductas de respeto con ordenes que ellos entiendan y de buena manera
4. Hablar con argumentos claros y explicarles todo
5.- Incluir elementos de inteligencia emocional para manejo de sus emociones y frustraciones
6.- Enseñar a pensar siempre en positivo con el ejemplo diario
7. Modelar con la cotidianidad conductas positivas
8- Tener mucha paciencia y tolerancia para explicar razones a la hora de dar un “No”
9.- Nunca dañar su autoestima con insultos como: “Burro” o “Tonto” a la hora de que el niño cometa algún error