Cinco errores que llevan a abandonar la lactancia materna
Existen muchos mitos en cuanto a la lactancia materna, los cuales suelen sabotear el proceso y hacen que las madres se rindan y den leche artificial.
Esto ocurre a pesar de que la leche materna es el mejor alimento que una madre puede dar a su hijo, desde el punto de vista nutricional y emocional.
“La lactancia materna es la forma ideal de aportar a los niños pequeños los nutrientes que necesitan para un crecimiento y desarrollo saludable”, cita la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La OMS también recalca que, salvo algunas excepciones, “todas las mujeres pueden amamantar, siempre que dispongan de buena información y del apoyo de su familia y del sistema de atención de salud”.
Hoy en día no todos los padres conocen las bondades de amamantar, recalca la jefe del Servicio de Pediatría de la Clínica Sanitas Venezuela, sede Santa Paula, Julia Martínez.
“Es el oro blanco más importante para la alimentación del niño y no hay producto comercial que pueda reunir tantas cualidades como la leche materna”, aduce la pediatra.
Dejar la lactancia se justifica sólo en aquellas mujeres que les sea realmente imposible amamantar, “en ese caso deben acudir a su pediatra para que indique el producto más idóneo y se mantenga vigilante de algún efecto colateral que pueda generar la lactancia artificial en el bebé”.
De hecho, la OMS recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida y luego continuar amamantando hasta los dos años de edad o más.
Estos son los cinco errores que llevan a abandonar la lactancia materna:
1) No amamantarlo, pues la estimulación de la mama es vital para que salga la leche y esto se logra con el contacto físico del niño y la madre. De hecho, la OMS recomienda comenzar a dar lactancia durante la primera hora de vida.
2) Escuchar la opinión de muchos o de todos, cuando la que cuenta es la del médico. En especial cuando se cree que los bebés no se llenan y se les debe dar un tetero de complemento.
3) No contar con ambiente tranquilo que permita a la madre y al niño iniciar el proceso. El ruido o muchas personas alrededor dando consejos pueden angustiar a la madre y eso se lo transmite al niño. Una situación perturbadora no ayuda a que se pueda amamantar.
4) La falta de información, como que la bajada de la leche dura entre 24 y 72 horas, así como que existen técnicas para que el bebé agarre correctamente la mama (y no la rompa), hacen que las mujeres se rindan.
5) Pensar que amamantar tiene un horario. Esto no es correcto para los recién nacidos a quienes se les debe dar a libre demanda. Además, si un bebé llora (que es su única manera de expresarse) no necesariamente tiene hambre, también puede sentir frío, calor, incomodad por la ropa o simplemente necesita que lo carguen.