El ahorro se aprende desde niños, aquí te dejamos las claves
El ahorro es un punto clave en la educación de los niños, pues marcará la apreciación sobre este tema cuando sean adultos.
Por ello, es importante que los padres se preocupen por crear la cultura del ahorro en sus hijos, bien sea a través de una alcancía o una cuenta bancaria.
Aunque cada familia aplicará su método, a la hora de enseñar a su hijo a ahorrar, existen ciertas recomendaciones con las cuales se puede ayudar a inculcar el hábito.
Ganarse el dinero
Para que un chico entienda que el dinero se consigue con trabajo hay prácticas que se pueden realizar desde la casa, pues ganarse los juguetes u objetos deseados luego de algún esfuerzo o colaboración en el hogar no está nada mal.
Si el niño quiere algo debe trabajar por ello y ganárselo con buen comportamiento, estudios o con alguna labor que los padres decidan (lavar el carro o hacer algo en casa en caso de adolescentes).
Con esto no sólo valora el trabajo y lo adquirido, sino que aprende a administrar el dinero para lograr obtener lo que quiere.
Acercamiento al ahorro
Comience a incentivar al niño con actos cotidianos relacionados al ahorro, una alcancía es una buena opción.
Se recomienda que con frecuencia dé monedas o billetes al chico para que los guarde en la alcancía, esto se puede hacer de manera lúdica; sólo es cuestión de imaginación e ingenio de los padres.
La mesada y su administración
Una manera de que aprendan a administrarse es a través de una mesada. No es necesario que guarde todo el dinero, pero sí deben acostumbrarse a recibir una cantidad, cada cierto tiempo, y saber que sirve para darle diferentes usos: una parte se puede gastar y la otra es para ahorrarla, incluso hasta comprar lo que se desee.
Con esta técnica se enseña la administración de los recursos económicos.
El ahorro debe aprenderse como una práctica desde niños Foto: Pixabay
Metas que se pueden alcanzar
Establecer metas de ahorro es otro punto importante durante la educación del niño. Esto los ayudará a sentirse capaz de guardar el dinero y lograr lo que se proponen.
Es mucho mejor si desea algo y se involucra al chico en el proceso de ahorro hasta conseguir lo que se quiere adquirir, como por ejemplo un juguete, un paseo o un viaje.
Participación familiar
Involucre a sus hijos en las finanzas del hogar, pero sin preocuparlos en el caso que existan dificultades económicas.
La idea no es agobiarlos, si no que aprendan sobre el uso del dinero y lo importante que es ahorrar, todo dentro de un ambiente positivo.
Deben hacer saber que parte del dinero se obtiene con el trabajo y que se emplea para cubrir los gastos del hogar.
Esos recursos son necesarios para poder disfrutar de todos los servicios y pagar una buena educación. además, hacen de la casa un sitio cómodo y adecuado para que ellos convivan felices.
Igualmente, explique qué se puede hacer con el dinero ahorrado, desde cubrir una emergencia hasta planificar un viaje.
En este caso, el proceso de las vacaciones es un buen punto para involucrarlos, ya que implica una meta y mucha alegría.
Es mucho mejor si desea algo y se involucra al chico en el proceso de ahorro hasta conseguir lo que se quiere adquirir Foto: Pixabay
El crédito
Depende de la edad el niño puede comprender mejor qué es un crédito. Sin embargo, es importante contarles que del presupuesto mensual una cantidad se destina a cancelar el crédito del carro o de la casa donde viven, lo que da la oportunidad de adquirir un bien a través de un financiamiento.
Si se acostumbran desde pequeños a escuchar esto les será familiar siempre, lo que puede servirles como una salida económica en un futuro.
También, se debe explicar y crear consciencia sobre el uso de las tarjetas de crédito (decirles que ese dinero se debe pagar y que no lo regalan); sobre las de débito (en este caso que el dinero tiene un límite, que se acaba) y el uso de los cajeros (ya que hay niños que, inocentemente, creen que expende dinero sinfín).
Enseñe a ir al banco
Cuando la alcancía se llene es un buen momento para ir a un banco y abrir la cuenta de ahorros o depositar ese dinero.
La práctica puede seguirse una y otra vez, incluso a manera de juego. De esta forma el niño adquirirá el hábito de destinar parte del dinero que recibe al ahorro.
