La tartamudez ¿cómo debe tratarse en el salón de clase?
Los niños con dificultad del habla deben ser integrados dentro de su salón clase, eso los ayudará a superar las dificultades e incorporarse en la socioedad donde viven. Es por ello que en este artículo daremos algunos consejos para que ese proceso en el aula se lleve a cabo sin traumas ni complicaciones.
¿Qué es la tartamudez?
La tartamudez es un desorden en la fluidez del habla, que afecta la comunicación de un niño. Las interrupciones de la fluidez pueden tener características tales como la repetición de sonidos, sílabas o palabras, así como prolongaciones y pausas, todo esto como resultado de bloqueos motores.
Por ello, el niño presenta interrupciones involuntarias en el habla. Estas interrupciones se pueden dar en distintas formas: lo más frecuente es la repetición, que repitan la sílaba inicial de la palabra; en forma de bloqueo que quieran emitir una palabra y no lo logran, o en forma de prolongación cuando arrastran el sonido inicial de las palabras.
Es un trastorno de la programación fonológica cuando el niño comienza a desarrollar el lenguaje, hay muchos procesos que el niño debe ir madurando y uno de ellos es la capacidad de poder programar la cadena de sonidos para que el niño pueda emitir una palabra completa, además que está formada por una serie de sonidos que deben ser organizados.
Las personas con fallas en la fluidez del lenguaje tienen fallas en esta programación fonológica, al coordinar los sonidos de manera que se expresen de una manera fluida.
Los niños en el desarrollo lingüístico pasan por picos de expansión lingüística que muchas veces ese desarrollo no es homogéneo o presentan fallas en la programación fonológica, entonces presentan deficiencias o fallas de fluidez en la edad de 3 a 5 años de edad, las repeticiones o bloqueos son comunes a esta edad por ser un proceso evolutivo.
Ahora bien, debemos estar alertas de dos aspectos:
- La tensión: el niño que está pasando por el proceso evolutivo del lenguaje no tiene por qué presentar tensión en el cuello, la mandíbula o las manos
- Otro signo que debemos estar alerta son conductas de retraimiento o evitación, evitando situaciones de interacción verbal, es cuando el niño prefiere no hablar por presentar comportamientos secundarios que dificultan la fluidez del habla.
Consejos para las maestras:
Aquí les comparto 8 consejos para favorecer la fluidez y un buen ambiente comunicativo:
• Hablar con el alumno de un modo lento, realizando pausas
• Esperar pacientemente las producciones del niño
• Usar expresiones faciales, el lenguaje corporal ayuda al niño
• Permitir que el niño termine las frases que quiere expresar
• Manifieste estar escuchando el contenido del mensaje, y no como lo dice
• Ayude a todos los alumnos de la clase a respetar la toma de turnos al hablar y escuchar. Resulta más fácil hablar cuando existen pocas interrupciones y cuando el oyente les presta atención
• La música, las canciones y el ritmo son unos excelentes aliados para entrenar su fluidez en el lenguaje
• Consultar con el terapeuta de lenguaje, fonoaudiólogo quien evalúa, diagnostica y trata los trastornos relacionados con la comunicación humana
Elisa E Palumbo
Lic. Pedagogía Alternativa sub-area Fonoaudiología
Terapeuta de Lenguaje
*Este texto se publica a través de un convenio de Somos Padres y la Unidad de Conducta y Desarrollo del Centro Médico Docente La Trinidad