El reto del chocolate para comprobar obediencia no es para niños pequeños
En las redes sociales se ha vuelto viral un reto para niños en edad preescolar o más pequeños. Se trata del chocolate challengue o el #retodechocolate con el cual se pretende poner a prueba a los chicos para ver si son obedientes o no.
Sin embargo, especialistas advierten que esta actividad no es apta para todos los niños y mucho menos para los más pequeños, debido a que aún están en un proceso madurativo.
El reto consiste en entregar al niño un pote con chocolate y prometerle que le darán un poco, pero cuando “mamá regrese”. Los padres graban el episodio y se van por unos minutos. Mientras tanto el chico se debe quedar allí con el dulce sin tocarlo y los cuidadores ponen a prueba la obediencia de su hijo.
Los videos se han vuelto virales en las redes y las situaciones que se observan para algunos han resultado divertidas y tiernas, mientras que para otros es un acto abusivo que se aleja de la crianza respetuosa.
¿Por qué no es tan divertido?
“Este reto sólo se hizo para felicitar a los niños si lo logran, incluso lo repiten si la respuesta es negativa y se come el chocolate. Todo esto sucede sin saber qué está pasando con su aprendizaje”, destaca la psicóloga clínica María Ángela Chirinos en su cuenta @psicokids21.
Chirinos advierte que este challengue no puede ser aplicado a todos los niños y que se ha tomado como una moda entre los padres, sin conocer el trasfondo de lo que aparentemente parece un juego inocente y sin consecuencias.
“Este challengue no es para todos los niños, los pequeños a nivel madurativo no han desarrollado el autocontrol como para postergar su gratificación y es por esto que unos no esperan y se comen el chocolate, lo cual es normal”, resalta.
El reto es un estudio de los años 60
Este reto no es nada nuevo, es producto de un estudio realizado en la década de los 60 y principios de los 70, justo cuando la educación era más restrictiva, rígida y se manejaba por patrones de comportamiento aprendido, muy poco o casi nada dejaba espacio al desarrollo de la creatividad del niño y respetaba su proceso de aprendizaje.
El reto del chocolate es la copia del estudio “La prueba del malvavisco de Stanford”, fue un experimento más de los cuales se llevaron a cabo para conocer sobre la “gratificación retardada”.
El experimento se llevó a cabo en la Universidad de Stanford, Estados Unidos, y estuvo dirigido por el psicólogo Walter Mischel. “No es distinto comparado con el chocolate challenge, lo único que cambia es el producto porque en la investigación usaban malvaviscos”, indica Chirinos.
En este estudio las edades de los niños variaron entre los 3 años y 6 meses y los 5 años y 8 meses de edad, como igualmente propone el reto viral.
La promesa del malvavisco era dar una recompensa pequeña e inmediata (si se lo comía) o dos si esperaba y resistía la tentación de cuidar el dulce durante 15 minutos.
“La gratificación retardada es la capacidad que tiene un ser humano de esperar o postergar su gratificación para luego tener una más intensa o más duradera. Por ejemplo, cuando tú dejas de comprar ropa por un tiempo para poder dar la inicial de tu auto. Este concepto está muy relacionado con el autocontrol”, explica la especialista.
Sin embargo, advierte que la investigación estadounidense tenía sus variables bien estudiadas y sabían cuáles serían las dos vías de comportamiento, “pero los padres con el reto del chocolate no saben el fin y si el niño se come el dulce antes seguramente le darán el resto”.
Cuidado con la moda
El punto es que el challengue no es para todos los niños, porque los más pequeños no han madurado ni desarrollado el autocontrol como para postergar su gratificación y es por esto que unos niños no esperan.
“Hay otros que sí lo logran y han desarrollado habilidades de distracción para esperar al papá o a la mamá. Tocan la mesa, miran hacia un lado para evadir el dulce o juegan con sus manos para hacer tiempo. Estos niños evidentemente ya tienen una habilidad de autocontrol desarrollada, porque se saben distraer. Pero cuando el cuidador le va a quitar un juguete o la Tablet este hará un berrinche producto de la frustración que no pudo controlar”, dice Chirinos.
La psicólogo y especialista en análisis de conducta, Claudia Siciliano Gill, aduce que si el niño se come el chocolate antes de que lleguen sus padres, sin obedecer la instrucción, o no lo hace “es completamente esperado en su desarrollo evolutivo, porque está aprendiendo. La noción del tiempo se va estructurando de forma progresiva, entre los 2 y 3 años de edad, y no tiene dominio sobre la concepción del tiempo lo cual le dificulta entender el futuro”.
También explica que en esta etapa son egocéntricos, así́ que la conducta va motivada a satisfacer su propia necesidad no a obedecer a los padres. “Resistirse a la tentación es un concepto muy complejo, ya que no hay una motivación interna y va más asociado a obedecer la norma y la consecuencia negativa que usualmente viene cuando no obedezco a mamá o a papá”.
Chirinos recomienda tener cuidado con los challengue y mucho más aplicarlos a los niños. “Si como padre no sabes lo que quieres lograr, o si no sabes cómo manejar o intervenir durante o después del evento, no lo hagas. Recuerden que los niños están en pleno proceso de aprendizaje. La idea es que sepamos algo con propiedad antes de aplicarlo con nuestros hijos. No hagan las cosas por moda. Es importante informarse, recuerden que el niño también tiene derechos y merece ser respetado”.