Educación sexual durante la niñez previene el embarazo precoz y enfermedades
Si queremos ver a nuestros hijos comportase como adultos responsables en cuanto a su sexualidad y realizar una debida planificación familiar hay que iniciar la educación desde la niñez, continuarla en la adolescencia y por supuesto predicar con el ejemplo.
Hablar sobre sexualidad en general no debe ser un tabú en casa, es un tema más en todo este proceso de educación que llevamos los padres. Se debe conversar y explicar tomando en cuenta la edad de cada hijo, ya que el trato no se lleva igual con un niño de 8 años que con un adolescente de 14 años, por citar un ejemplo.
La recomendación es que se lleve el tema con naturalidad, sólo así podrá obtener mejores resultados. En este proceso es vital aclarar dudas y orientar, especialmente si son adolescentes.
“Para lograr una planificación familiar exitosa es necesario tener acceso a la educación sexual y esto debe implementarse durante la niñez y la adolescencia, con el fin de que puedan conocer los riesgos de las enfermedades de transmisión sexual, así como los métodos anticonceptivos y la importancia de la sexualidad responsable, esto último es fundamental para disminuir el embarazo precoz”, indica la médico familiar, Eglé Dávila.
Recordó que conocer sobre la planificación familiar ayuda a evitar embarazos en momentos inoportunos o muy cercanos entre sí. También ayuda a disminuir la mortalidad materna por procreación prematura, muerte en menores de un año de edad y disminuye el embarazo en adolescentes.
“Las adolescentes que se embarazan tienen más probabilidades de dar a luz un niño de pre término o con peso bajo al nacer. Los hijos de pubertas presentan tasas más elevadas de mortalidad neonatal. Sin mencionar que muchas jóvenes tienen que dejar la escuela, lo cual acarrea una serie de consecuencias a largo plazo, tanto para ellas como para sus familias y la comunidad”, advierte la especialista.
Más control
La doctora Dávila recomienda mantener un control ginecológico desde el desarrollo, igualmente debe hacerlo la madre, “para evitar consecuencias las mujeres deben asistir al control para la evaluación del sistema genital femenino, citología de cuello uterino, indicación o evaluación del método anticonceptivo o para planificar un embarazo”.
En cuanto al uso de anticonceptivos, “la pareja podrá escoger aquel que mejor se adapte a sus necesidades, bien sean de administración oral, implantes, inyectables, dispositivos intrauterinos, métodos de anticoncepción de emergencia o de barrera. Estos últimos brindan doble protección: contra el embarazo no deseado y contra las infecciones de transmisión sexual”, acotó.
En el caso de tener sexo no protegido o si falló el método de protección habitual, “se puede utilizar la píldora de emergencia. Una opción confiable es la que contiene 1,5mg de levonorgestrel. La recomendación es tomarla lo más pronto posible, luego de la relación sexual y antes de cumplir 72 horas. Entre las ventajas que tiene es que no es una píldora abortiva y su eficacia no se ve afectada por el consumo de alcohol”, concluye la doctora.
Con información de Laboratorios Nolver