El teletrabajo se perfila como el nuevo método para ser productivo
El trabajo a distancia, teletrabajo o teleworking, como actualmente se conoce, es una forma de empleo en la cual una persona puede operar sin tener que trasladarse, al menos regularmente, a un espacio físico.
El profesional puede trabajar online desde su hogar al utilizar sistemas de conexión remota. Mientras que el espacio físico comienza por un lugar equipado en casa, que cuente con el mobiliario y los recursos técnicos para iniciar el teleworking.
Para un grupo importante de profesionales independientes esta modalidad no es nueva, pues desde hace algunos años la misma globalización les ha llevado a brindar servicios a distancia.
Además, este método ha evolucionado porque beneficia a ambas partes. Al profesional le brinda la oportunidad de emprender y abrirse a una cartera de clientes, mientras que a las empresas le da la oportunidad de tener personal outsourcing, que les permita aliviar la carga de nómina, evitar ausencia de vacaciones, reposos y un sinfín de circunstancias que se dan en el mundo laboral.
Lo cierto es que el teletrabajo avanza cada día más de la mano de Internet, la tecnología de los dispositivos móviles y todas las herramientas digitales que han surgido para facilitar la comunicación online.
Quienes lo practican por lo general son emprendedores con ganas de crecer, así como mujeres y hombres que deben compartir su tiempo con otros roles de igual importancia, como por ejemplo ser padres o combinar un empleo formal con otro a distancia para completar los ingresos.
Covid-19 aceleró el proceso
El Covid-19 impuso el trabajo a distancia de manera obligatoria y, de alguna manera, se ensaya su desarrollo en áreas en las cuales antes no se había visto como una posibilidad.
Es por esto que, en estos momentos de cuarentena, se debate si después de la coyuntura por el Coronavirus las estructuras empresariales, emprendimientos y trabajos de libre profesión, encontrarán a través de diseños creativos nuevas vías para operar y mantenerse a flote, o quizá incrementar su productividad y bajar algunos costos operativos con el teletrabajo.
Lo más seguro es que se podrán observar ciertas transformaciones en los esquemas y metodologías de trabajo, especialmente en áreas y con personal que no laboraban de manera remota.
Pasos a seguir
Pero para que esta modalidad de trabajo logre ser realmente eficiente, productiva y dé resultados se deben cumplir ciertos elementos actitudinales y de comportamiento. A continuación te citamos algunos:
Organización del tiempo: Dada la flexibilidad de horario este tipo de trabajo exige un nivel de organización elevado en el manejo del tiempo, de manera de cumplir lo que hay que hacer en un lapso estipulado, y lograr así un buen balance de la vida personal y laboral.
Metodología de trabajo: Es fundamental en el proceso de planificación, a fin de lograr una óptima organización y priorización de tareas, de manera de alcanzar los objetivos y disminuir los riesgos e imprevistos dentro de los tiempos pensados.
Seguimiento: Debe existir en la persona una práctica consiente, persistente y sistemática, a fin de realizar seguimiento de los puntos que debe abordar diariamente para cumplir la planificación de los objetivos diarios y de mediano plazo.
Voluntad: Se requiere de esta fuerza que impulsa a realizar las actividades con dedicación y constancia, sin tener a ninguna persona que no los exija, sino a nosotros mismos.
Disciplina: Es preciso desarrollarla y hacer uso de ella para lograr adaptarnos a esta nueva forma de trabajar, en la cual la flexibilidad de tiempo puede alejarnos o distraernos de lo que debemos hacer rigurosamente, como por ejemplo hábitos diarios para lograr los objetivos. Se debe actuar para lograr un ambiente disciplinado en nuestro entorno, que colabore con nuestra concentración.
Positivismo: La persona debe ser proactiva, entusiasta y tener la convicción de que sí se puede trabajar de esta forma y contar con la visión permanente de obtener un excelente desempeño, al tiempo de saber manejar sus propias oportunidades de mejora con optimismo.
Eficiencia: Los resultados dependerán de que tan eficientes somos dentro de la planificación prevista, con la metodología de trabajo escogida, herramientas, canales de comunicación, contactos y mapa de relacionamiento disponibles.
Creatividad: Se debe manejar un impulso creativo para afrontar los temas a resolver diariamente, para lograrlo se deben romper radicalmente las conductas automáticas o estructuradas del pensamiento tradicional de trabajo. De esta forma se encontrarán caminos que nunca se hubiesen podido imaginar, con resultados sorprendentes.