Qué decir a nuestros hijos ante una pataleta
Eimy De Barros
Adelaide – Australia
Como padres es todo un reto manejar situaciones de conflicto con nuestros hijos. Las reacciones suelen ser muy descontroladas, ante una adversidad o hecho que no les agrade, debido a que el lóbulo del cerebro que se encarga de las respuestas emocionales de los niños está aún inmaduro.
Cuando van a un lugar público y el niño se antoja de un juguete que sus padres no pueden comprar en ese momento, por lo general, comienzan a llorar, patalear y hasta gritar en plena vía pública o tienda. ¡De los adolescentes ni hablar! pues hay miles de cuentos con los cuales se podrían ejemplificar las pataletas por inmadurez. Se han visto casos en los cuales pueden llegar a insultar a sus representantes e incluso amenazarlos con llamar a la policía si no se cumplen sus deseos.
No es una película, son situaciones de la vida diaria que como cuidadores primarios nos desencajan, molestan y hacen sentir frustrados por no poder controlarlas, sobretodo cuando estamos en espacios públicos.
Pero, no te desesperes que hay técnicas y consejos para padres que te ayudarán a mejorar el manejo emocional del niño. Como madre de tres con edades bien diferentes, tengo algunos consejos para dar y que han sido de gran ayuda durante el proceso de crianza de mis hijos.
¿Qué hacer?
Para empezar, es importante destacar que el cerebro del niño estará en proceso de desarrollo hasta los 23 años de edad aproximadamente. Mientras tanto, tu adorable bebé se transformará en un monstruo de mil cabezas ante una situación de estrés y debes estar preparado para ello.
Todo lo que narro es normal y por ello debemos hablar mucho con ellos. Nuestra meta es hacerles entender que está bien manifestar lo que sienten, pero con palabras para comenzar y no con gritos, llantos y pataletas. Debemos ayudarles, incluso a través de preguntas sencillas, a traducir sus emociones a frases para que mamá y papá podamos entender lo que sienten.
Cuando estés en plena situación “irregular” lo primero que debes hacer es:
1) Detenerte y mantener la calma
2) Espera a que tu hijo guarde silencio y aprovecha ese segundo para hacerle entender con palabras que tú estás en control de la situación
3) Usa frases simples como: “compórtate que estamos en público” o “en este momento no puedo hablar contigo. Cuando te calmes y podamos tener una conversación me avisas y entonces podré escuchar lo que quieres decirme. Mientras tanto sígueme y calla”. No importa que siga gritando tú eres el adulto y debes utilizar un tono de voz bajo y suave, aunque sé que es difícil no es imposible y es una manera inteligente de tomar el control.
4) Es bueno siempre atender, pero en otros casos indistintamente de la reacción del niño hay que hacer lo más difícil: ignorar sus tantrums, pues aunque no sea del todo positivo el niño estará aún más frustrado por no obtener lo que desea de inmediato.
5) Evitar frases como “después te lo compro” o complacerlo con otro objeto, eso no resolverá el problema y caerás en un círculo vicioso que no acabará jamás. Tapar un problema con otro no es educar.
Si de corazón deseas hacerle un bien a tu hijo, enséñale a identificar esas emociones negativas y transformarlas en positivas. Recuerda que los ejercicios de respiración son muy efectivos y que en algunos casos sustituir el objeto que el niño desea por uno que ya posee es un cambio de mentalidad que le enseñará desde temprano a practicar la gratitud.
Ya tienes unas cartas bajo la manga, úsalas cuando sea necesario y no dejes el dominio emocional del niño o adolescente sobre la situación. Recuerda que son individuos en proceso de formación, que necesitan contención y amor por parte de sus padres.