Cómo actuar ante las pesadillas de los niños

Algunas noches terminan siendo muy difíciles, pues el desvelo se apodera de la familia porque alguno de los niños tiene pesadillas.
Sin embargo, esto es más común de lo que parece y la mejor de las noticias es que los padres pueden llevar la situación sin necesidad de acudir a un especialista.
Sólo se recurre al médico si la situación se escapa del control del adulto o las pataletas se salen de lo común y llegan a afectar la salud del niño.
¿Cuándo ocurren y son normales?
A los dos años de edad comienzan a manifestarse los sueños alterados, según un estudio hecho por Center for Efective Parenting de la Universidad de Arkansas.
“Sin embargo, las pesadillas son más comunes en niños de tres a seis años de edad. No se sabe porqué los chicos las tienen, pero se cree que están relacionadas con el estrés y la ansiedad”, aducen las especialistas Kristin Zolten y Nicholas Long, del Departamento de Pediatría de la universidad.
Esos sueños alterados también pueden estar relacionados con una vivencia, alguna conclusión sobre un hecho que sacó el niño sin comentarle a nadie o simplemente provienen de un cuento o algo que vieron en la televisión.
Será la frecuencia y la intensidad de esos sueños alterados las que determinen si la situación pasa los límites de la normalidad y necesita ayuda de un especialista.
El Center for Efective Parenting elaboró una guía para ayudar a los padres con esta situación. Estos son los cuatro pasos más importantes:
1) Asistir, mantener la calma y tranquilizar
Los padres deben mantener la calma y no expresar molestia, sólo así brindarán seguridad a sus hijos en ese momento que para ellos es tan amargo y lleno de temor.
El adulto debe asegurase de que su hijo se siente protegido, abrace a su pequeño, cántele y dígale que todo está bien.
Jamás le recrimine que lo despertó o que no lo deja dormir. Los padres deben comprender el momento tan duro por el que está pasando su hijo. Por ello, deben darle la importancia que tienen esos sueños alterados y asistirlo; aunque eso implique restar algunas horas de descanso.
2) Disminuir el estrés como medida preventiva
Se recomienda bajar los niveles de estrés en el hogar y crear un ambiente relajado antes de dormir, contar cuentos, jugar y escuchar música clásica ayuda mucho en este proceso.
Por otra parte, se debe supervisar el contenido que ven en la televisión. Por muy inocente que pueda parecer una comiquita, hay personajes que ocasionan temor en algunos pequeños.
3) No deje solo al niño, atiéndalo siempre
Aunque el niño duerma en otro cuarto debe tener una manera de escucharlo cuando llora. El pequeño debe ser consolado, lo más pronto posible, si despierta con una pesadilla.
Es importante que no se retire, aunque pierda el sueño, el adulto debe quedarse hasta que el niño se calme y vuelva a dormir.
4) Decir que las pesadillas no son reales
Los especialistas recomiendan que se hable de la pesadilla sólo si el niño lo desea expresar, no se debe obligar a contarlo. Que los padres acudan al llamado y lo consuelen será de mucha ayuda.
Otro punto importante es que no deben restarle importancia a lo que le sucede al niño, ni decir que las pesadillas no son reales. Para ellos es muy vívido y en este caso es bueno explicar que a todas las personas les pasan esas cosas.
Fuente: parenting-ed.org / Center for Efective Parenting