Si muestras a tus hijos en redes sociales eres un “padre Sharenting”
El “sharenting” -un anglicismo que proviene de share (compartir) y parenting (paternidad)- y es utilizado para denominar la práctica de publicar fotos, videos e información de nuestros hijos, según lo define Fundación del Español Urgente (Fundeu).
Incluso, hay padres que han abierto redes sociales a sus hijos advirtiendo que son manejadas por adultos, ni contar los casos en que se vuelven manager de esas “pequeñas estrellas”.
La idea de este artículo no es juzgar ni criticar, pues al final este tema tiene muchas aristas. Considero que en estos momentos es cuando el compartir información sobre la vida personal se vuelve un hecho más consciente y responsable, lo que hace que cambie la visión.
Esta toma de consciencia no ocurría cuando facebook, entre los años 2006 y 2007, se convirtió en una ventana para publicar la vida personal, mucho menos con el nacimiento de redes sociales como Tik Tok o Instagram. Todo lo contrario, el nacimiento de estas ventanas de comunicación dio pie para hacer blog personales y crear nuevas figuras como impacter o influencer.
“Nuestros hijos son la primera generación que ha crecido con una presencia en línea. Nosotros somos la primera generación de progenitores que crían a sus hijos en la era de las redes sociales, y esa es una tarea difícil”, advierten los representantes de Unicef en su página web.
Ante la exposición y el sharenting
La velocidad con la cual se han desarrollado las redes sociales no ha permitido detenerse en pensar qué es correcto decir y qué no. Es en estos momentos, y en especial con el tema de los niños y adolescentes, cuando se da la alerta.
En el ámbito digital el sharenting es un fenómeno que puede considerarse relativamente nuevo y que representa un cambio cultural en la forma en que crecen nuestros hijos, así lo advierte la especialista en educación y nuevas y tecnologías, así como mentora Educativa de Argentina Cibersegura ONG, Silvina Tantone.
“Se trata de una acción que, en general, está acompañada de una falta de reflexión previa, al igual que muchas otras acciones que realizamos a medida que nos apropiamos de las tecnologías de la comunicación vigentes”.
¿Cómo reflexionar acerca de algo cuyo alcance desconocemos? Para Tantone los padres aún ignoran las consecuencias que puede ocasionar el exponer la vida privada de la familia. Sin embargo, tratándose de personas menores de edad y de la privacidad de niños, “tenemos la responsabilidad de detenernos a pensar antes de postear, para seguir cuidándolos tal como lo hacemos en los otros ámbitos de sus vidas. Deberíamos intentar preservar a nuestros hijos de las consecuencias indeseadas de la exposición pública. Algunas, lamentablemente, peligrosas”, menciona la especialista en educación y nuevas
tecnologías.
Hay que tener en cuenta que, en todo este auge de crear consciencia, lo que se lanzó en una red social es difícil de eliminar de la vida pública aún cuando se haya archivado o barrado.
“Si bien es inocente pensar que desaparecerá para siempre algo que publicamos en cualquier medio de comunicación, la realidad indica que se necesitan ciertos conocimientos, que no se adquieren de manera espontánea, para moverse de manera segura y responsable en el mundo digital. Es bien intuitivo el uso, no así sus consecuencias, y los adultos vamos aprendiendo por ensayo y error.”, afirma Tantone.
También advierte sobre el alcance del sharenting en la actualidad y que, en estos momentos de crear consciencia, los padres deben anticipar las consecuencias de compartir determinada información de sus hijos, así como del efecto que puedan llegar a tener en sus vidas.
¿Qué tener en cuenta?
- En Instagram y Facebook se pueden hacer grupos para limitar quienes ven las publicaciones, sin embargo esto no es seguro en su totalidad
- Especialistas en seguridad informática recomiendan comprobar los ajustes de privacidad desactivar las funciones de ubicación y geolocalización a la hora de compartir las imágenes
- Tener consciencia de qué datos se publican, como por ejemplo dónde y cómo se vive; lujos; colegio donde estudian y rutinas de actividades diarias; nombre de los hijos, otros familiares e incluso las mascotas (datos que comúnmente forman parte de preguntas de seguridad y claves digitales)
- La vergüenza que puedan sentir nuestros hijos ante los “actos graciosos” que se exponen en las redes sociales. “Los progenitores pueden evitar compartir demasiada información personal sobre sus hijos, como historias o fotos embarazosas, aunque les parezcan divertidas. Tampoco deberían compartir fotos de sus hijos donde no lleven ropa porque, por desgracia, hay personas malintencionadas que podrían utilizar esas imágenes con fines nocivos”, advierte Unicef
- En el caso de whatsapp y otros chat entender que no se queda sólo en ese grupo, esa información puede ser retransmitida en otras redes sociales; compartida con print de pantallas; quedarse en la memoria de un celular que puede caer en menos de terceros, entre otras posibilidades
- No mostrar el rostro de los niños y adolescentes
- Instruir a nuestros hijos sobre las redes sociales, el ciberbullying y el sexting (actividad de enviar fotos, videos o mensajes de contenido sexual y erótico personal a través de dispositivos), entre otras actividades creadas en la era digital
- Unicef advierte que “existe el peligro de que las fotos de nuestros hijos se reutilicen de una forma ilícita o malintencionada que pueda perjudicarles, así como la posibilidad de que alguien cree un meme que llegue a ser viral y muestre una imagen negativa de nuestro hijo o hija”